Las paradas cardiorrespiratorias son uno de los problemas más importantes para la salud pública en España. Se producen unos 30.000 casos cada año, es decir, de media nos encontramos con una parada cada 20 minutos, superando por cuatro a las muertes ocurridas en accidentes de tráfico.
Cuando se produce una parada cardiorrespiratoria, es fundamental actuar lo antes posible porque, de no hacerlo así, se reducen drásticamente las posibilidades de recuperar el ritmo cardiaco. Esta recuperación se sitúa en un 90% cuando se efectúa un minuto después de la parada. Cada minuto de retraso va a limitar su efectividad casi en un 10%, por lo que pasados 10 minutos las posibilidades de sobrevivir son escasas.
Por ello Eiffage Energía, a pesar de no existir obligación legal, ha comenzado a instalar desfibriladores en sus centros de trabajo, con el objetivo de poder asistir inmediatamente a cualquier persona que pueda sufrir una parada cardiorrespiratoria.
Esta iniciativa se enmarca dentro del ámbito de la prioridad en la Seguridad y Salud de todo el colectivo de sus trabajadores. De hecho, la seguridad laboral es uno de los principales pilares del Plan Estratégico 2020 de la Rama Energía del Grupo Eiffage, que persigue la excelencia en esta materia.
En esta primera fase, se han colocado desfibriladores en los siguientes centros de trabajo:
- Sede Central (Ctra. Mahora, de Albacete)
- Sede Alta Tensión (PI Romica de Albacete)
- Sede Levante (Quart de Poblet)
- Sede Sur (Linares)
- Sede Mantenimiento (Madrid)
- Sede Centro (Alcalá de Henares)
- Sede Inelbo (Alicante)
- Sede Ambitec (Zaragoza)
Además, el pasado mes de enero se formaron específicamente, de acuerdo a la legislación autonómica que así lo regula, dos trabajadores por centro de trabajo que permitan, en su caso, un rápido y efectivo uso.
Todos los desfibriladores instalados tienen conexión permanente con los servicios de emergencia 112 para facilitar el uso inmediato.