Eiffage Energía ha llegado a Latinoamérica para quedarse. Así lo demuestra nuestra intensa actividad en países como México, Chile y Brasil, donde nuestros proyectos en energías renovables han visto un área de expansión con grandes perspectivas fuera de España.
Ahora, además, nuestra compañía, sede española del grupo francés Eiffage, se embarca en otra aventura empresarial en un nuevo país de la zona: una filial internacional en Perú que cuenta ya con su sede en Lima. De esta forma, continuamos nuestro proceso de internacionalización, que comenzó en el año 2008 en Europa con la construcción llave en mano de la planta solar fotovoltaica Amareleja, en Portugal, y se afianzó en 2012 con la construcción del parque eólico Pawlowo, en Polonia, y que solo un año después, en 2013, cruzó el charco con las filiales Eiffage Energía Brasil y Eiffage Energía Chile, consolidándose más tarde, en 2014, con una filial en México.
La apertura de nuestra nueva filial peruana coincide con la adjudicación a Eiffage Energía de un importante proyecto de infraestructuras eléctricas, que ha sido posible gracias a tres pilares fundamentales: nuestra competitiva oferta, la óptima planificación que hemos realizado para su ejecución y la gran experiencia obtenida durante los últimos años en proyectos similares, que nos ha convertido en un referente en la construcción de líneas de transmisión dentro y fuera de España.
Este proyecto de infraestructuras eléctricas en Perú consistirá en la construcción de dos tramos de líneas de transmisión que conectarán varias subestaciones, cuya ejecución estará marcada por las condiciones medioambientales de la zona, con altitudes superiores a 4.000 metros, bajas temperaturas y la particularidad de trabajar durante el período de lluvias. En resumen, un proyecto competitivo para el que hemos ajustado el dimensionamiento de nuestros equipos y reducido los plazos fijados.
Proyectos en Chile
En cuanto a la actividad en nuestra filial chilena, esta se ha traducido en los últimos años en proyectos tan importantes como la construcción de la planta solar de San Andrés o el parque fotovoltaico de Javiera, además de la planta fotovoltaica de Quilapilún, una de las mayores plantas de América Latina. A ellos se sumaba recientemente el proyecto EPC eléctrico del parque eólico de Sierra Gorda, firmado con Enel Green Power (EGP) Chile para la construcción de una subestación elevadora y una línea de Alta Tensión en la comuna de Sierra Gorda, ubicada en el desierto de Atacama, uno de los más áridos del mundo.