Según un artículo publicado recientemente en El Economista, vivimos en una época que denominamos hiperconectada. La economía, la información, la tecnología y hasta el comercio están conectados a nivel global. Sin embargo, y a pesar de ser el motor principal de nuestro planeta, la energía aún continúa aislada en muchos países del mundo: la forma en que generamos, distribuimos, almacenamos y consumimos la energía apenas ha evolucionado en los últimos años.
Sin ir más lejos, y según los datos que aporta el mismo diario económico, España se considera una isla energética en Europa, donde nuestra dependencia supera con creces la media europea: 70,5% frente al 52,3%. Cifras que, sumadas a un previsible incremento de la demanda de energía como consecuencia del aumento de la población en los próximos años, nos sitúa en una posición crítica.
Desde Eiffage Energía colaboramos en proyectos destinados a acabar con esta situación. Así, en 2014 participamos en el proyecto de Interconexión Eléctrica entre España y Francia, declarado Proyecto de Interés Europeo, que ha permitido duplicar la capacidad de intercambio de electricidad entre ambos países a través de 65 kilómetros de longitud en tecnología subterránea que une las localidades de Santa Llogaia, en Girona, y Baixàs, en Francia.
Otro ejemplo de nuestra experiencia en esta materia es el enlace submarino de Alta Tensión de 115 kilómetros que Red Eléctrica España desarrolló entre Mallorca e Ibiza.
Desde Eiffage Energía participamos trabajando en tres perforaciones dirigidas en el mar desde la cala de Talamanca en Ibiza, de 700 metros de profundidad, más de 10.000 metros de zanjas de simple, doble y triple circuito, 24 cámaras de empalme, perforación horizontal en carretera, así como el tendido de más de 28.000 metros de conductor entre el lado de Palma de Mallorca y el lado de Ibiza.
Este proyecto se enmarca en una serie de inversiones que Red Eléctrica Española destinó a la interconexión entre estas dos islas y la Península Ibérica para asegurar e implementar la fiabilidad del suministro de electricidad al archipiélago, con el objetivo de garantizar la reducción, el ahorro y la eficacia de emisiones.
Estos dos proyectos constituyeron un desafío para Eiffage Energía, que con su participación en estas actuaciones contribuye a la creación del mercado eléctrico europeo.