Eiffage Energía, a través de su filial chilena, se ha adjudicado dos contratos para la construcción de la planta solar fotovoltaica Quilapilún, en Chile, por un importe conjunto de 34 millones de dólares (30,5 millones de euros).
La planta, que tendrá una capacidad instalada de 110 megavatios (MW), se construirá cerca de la capital, Santiago, y será una de las más grandes del país y la mayor desarrollada en América Latina por SunEdison, la empresa que la promueve.
El primero de los contratos, de 16 millones de dólares (14,4 millones de euros), incluye la obra civil de la planta.
Los trabajos acaban de comenzar y en este momento se procede al vallado de la zona, al suministro de los materiales y al estudio topográfico.
El segundo contrato, de 18 millones de dólares (16,1 millones de euros), incluye el montaje electromecánico completo de la planta.
Previamente, SunEdison había adjudicado a Eiffage Energía Chile la ingeniería de detalle de la subestación de Quilapilún.
La instalación, que contará con más de 350.000 módulos fotovoltaicos, generará 242 gigavatios hora de electricidad al año, una cantidad suficiente para abastecer a 117.000 hogares.
Además, evitará la emisión de más de 125.000 toneladas de dióxido de carbono al año, equivalente a retirar 28.000 automóviles de las carreteras chilenas.
Este proyecto contribuye a avanzar en el posicionamiento de Eiffage Energía como referente del mercado de las energías renovables no convencionales en Chile.
Así, Eiffage Energía, a través de su filial en Chile, será partícipe de la ejecución de más de 300 MW fotovoltaicos, de su cliente SunEdison, lo que representa más de un 30% del total de potencia instalada en Chile hasta la fecha. Algunos de los proyectos fotovoltaicos en los que ha participado son: Javiera, San Andrés y María Elena.
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